jueves, 29 de julio de 2010

PALAWAN: PUERTO PRINCESA


Desayunamos estupendamente en la cabaña del patio tropical del hotel (en general los hoteles de categoría media no incluyen el desayuno pero suelen ofertar menús-contiental, americano…- por un modico precio). Conseguimos habitación en el Casa Linda que está genial y cuesta 900 pesos por las mismas prestancias que el otro…además la habitación es muchísima más bonita (el Hotel Casa Linda tiene todas las habitaciones muy bien decoradas que dan al patio central, lleno de plantas tropicales. Además tiene unos agradables espacios comunes de madera, en la que la gente suele andar descalza). Emili da una vuelta y visita turismo, donde le informan cómo funcionan los tours de la zona. También localiza una lavandería donde llevamos la ropa (unos 30 pesos el kilo). Al final, por menos de 3 euros, tenemos toda la ropa limpia además de varias prendas planchadas. Contratamos el tour del rio subterráneo(1100 pesos) y la excursión a la Bahia Honda (1500 pesos).
Las dos excursiones incluyen la comida y las entradas y permisos.

Nos vamos en tricicle a la White beach (50 pesos, 90 céntimos de euros)…todos los tricicles de la puerta del hotel cobran 50 pesos por distancias cortas mientras que cincuenta metros más allá, no cobran más de 20 pesos por trayecto. La playa nos decepciona un poco, porque aunque el agua está transparente y las vistas son bonitas, es minúscula, sin apenas arena (marea alta) y encima…de pago (ver foto).


Tras unos bañitos, volvemos al Puerto y vamos a comer cerca de la catedral, al restaurante Neva’s place. Emili come una buena pizza y Serge pasta a buen precio en un patio tropical(=mosquitos….si van a Palawan, no olviden llevar 10 litros de repelente). Hace un día soleado pero con muchísimo calor. Visitamos como zombies la “Catedral”, una iglesia neo-gótica bastante normalita (ver foto). A pesar del calor decidimos ir caminando al museo que está relativamente cerca, y casi derretidos nos refugiamos en un café japonés de la plaza. Recuperados gracias al aire acondicionado del bar visitamos el caótico museo en el que se encuentra un poco de todo. Volvemos al hotel a descansar. Averiguamos la contraseña wifi del hotel (casalindainn) y pasamos un rato con el ordenador. Salimos al Kinabuch a tomar algo y acabamos cenando allí. La cena nos encanta. Serge prueba el Lapu Lapu (pescado delicioso) y Emili Mixed seafood with oyster sauce, una especie de plato oriental con mariscos…¡¡¡buenísimo!!! Para alegrar la cena, pedimos un vino blanco de California (600 pesos, 10€, que a pesar de parecer razonable en Europa, es un artículo de lujo en Filipinas). Completamos la velada con un par de gin tonics y el total nos sale por 1400 pesos, nuestra comida hasta ahora más cara en Filipinas, pero que resulta irrisorio en Europa (no llega a 12 euros por barba). Nos acostamos pronto porque la excursión empieza a la 7 y media de la madrugada.

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