Desayunamos en el hotel y Emili se va a hacer fotos por la zona mientras Serge espera a que se cargue el ordenador.
Así quien no bebe
Cogemos un taxi hasta el puerto (40 pesos). Al llegar al llegar al puero pagamos una tasa de 20 pesos por entrar con tricicle (en Filipinas se pagan tasas por entrar a todas sitios, en nuestro caso, van desde los 200 pesos en el aeropuerto de Manila a tan solo 2 por entrar a una estación de guaguas). Nos hacen facturar las maletas (56 pesos) y nos desentendemos de ellas. Tomamos unos zumos y la amable camarera nos va a elegir asiento.
El barco no está mal y va muy rápido. Comemos regular en el trayecto por 290 pesos.
A la llegada cogemos un tricicle hasta el hotel (30 p) Nisa Travellers inn, que está en pleno centro (900 Pesos). La habitación no está mal, con aire acondicionado y con un espacio común agradable. El recepcionista nos informa que el precio incluye el desayuno. En un arrebato de locura, decidimos ir a ver unas cabañas en “la jungla” a 30 km de Tagbilaran cerca de Loboc. La odisea para llegar a Huts Nuts consiste en:
-tricicle hasta la estación de Dao (30 Pesos-4 kms)
-Un jeepney hasta el pueblo de Loboc (25 pesos por barba)
Una vez allí descubrimos que el único modo de transporte público es una motocicleta con chofer.
Nos vamos los tres hasta literalmente la jungla (50 Pesos). Serge se asusta un poco por el camico embarrado. Las cabañas están diseminadas por la selva con escalinatas interminables (más de 250 escalones). Todo muy bonito pero nos damos cuenta de que a parte de contemplar el magnifico paisaje, hay poco que hacer. Las cabañas son correctas (600-800 Pesos) pero colgadas en los árboles, lo que supone acceder a ellas por unas escaleras de bambú.
Además para llegar al bar, hay que subir cada vez los nosécuántos escalones. Huele a mosquitos por todas partes, y si le sumamos que hay que traer las mochilas cada vez,…Pues NO.
El pueblo de Loboc tiene una iglesia de piedra preciosa con campanario y batisterio, pero, eso sí, todo dejado de la mano de Dios.
Iglesía de Loboc
Volvemos a la carretera a pie entre bufalos, vacas gallos y demás bichos. Esperamos 40 min. a que pase una guagua y volvemos, ya de noche a Tagbilaran. Tenemos la suerte de que la guagua pare justamente al lado del bar en el que queríamos justamente cenar. El bar está bien decorado pero la comida no es nada especial (550 Pesos). Hace muchísimo calor y nos tomamos unas cervezas en una placita animada al lado de la iglesia. Descubrimos que la plaza, con la iglesia y el ayuntamiento no está nada mal (estilo colonial español). Muertos de calor, decidimos volver al hotel a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario