viernes, 27 de agosto de 2010

Hoy, 27 de Agosto


Estamos en Valencia, encerrados con aire acondicionado para evitar caer como moscas. Cogimos esta foto esta tarde saliendo de la FNAC... ejem

miércoles, 18 de agosto de 2010

Llegamos a Francia

Ya estamos descansados en casa de los padres de Serge. Acabó la odisea de regreso tras 45 horas de viaje.

lunes, 16 de agosto de 2010

Comienza la maratón de vuelta

Estamos agotados en el aeropuerto de Dubai: aquí es la 1:00 de la mañana, pero en mi reloj de Filipinas son las 5:00. Dentro de una hora y media salimos para Londres. Ya os contaremos si hemos podido dormir en el avión. Tengo una duda enorme... qué comidas darán en el avión y cómo se llamarán: 2ª cena y primer desayuno o ¿cómo?

Ya estamos en Londres, aquí son las 10 de mañana y acabamos de tomar nuestro segundo desayuno del día. estamos en un pub al lado de Gatwick (Horley). Estamos agotados pero ya no aguantamos más en un aeropuerto. Llevamos más de 34 horas de viaje y lo que nos queda. Salimos para Alsacia a las 18:30 (dentro de 8 horas y media... !qué horror!)

Una tarde jugando con los peces botia payaso

Jugando con los botia

sábado, 14 de agosto de 2010

Día de relax, masajes incluidos



Hoy nos hemos tomado un día de descanso en Dumaguete. Por la mañana de compras y por la tarde nos hemos dado un masaje de cuerpo entero. Aquí es una gozada, hora y cuarto de masaje de la cabeza a los pies cuesta 250 pesos (4'5 €). Estamos todo relajaditos y ya pensando en la cena.No se si ya lo hemos contado pero en Filipinas el horario de comidas es muy especial: comida 12:00, cena 6:00. De todas formas puedes comer a cualquier hora, casi en cualquier sitio. Hoy hemos comido en el Lab-as muy bien: Ostras en salsa bechamel, (una delicia), una sopa enorme de almejas enormes, pescado a la plancha y un plato típico del bar de mariscos en salsa de coco fresco y cerdo (ver fotos).
Marisco con cerdo

Ostras con bechamel
El sitio muy elegante y todo 700 pesos (12€) con un coco fresco y una cerveza de bebida. Mañana toca otra excursión a bucear. Ya os contamos.

viernes, 13 de agosto de 2010

Un nuevo paraíso llamado Apo Island

Llegando a Apo island


Hoy hemos visitado otra isla maravillosa de este archipiélago. Apo es una isla diminuta rodeada de corales y arenas blancas. En este entorno conviven miles de peces de todos colores y formas, serpientes marinas y tortugas. Hemos ya vuelto al hotel, pero estas imágenes asombrosas, estas experiencias de seguir a las tortugas pastando las algas, de jugar con los peces payaso nos hacen olvidar las quemaduras varias que perjudicaron nuestros cuerpos. Nos duchamos antes de ir a cenar y tomar algo con Selena y Andoni, dos vascos (bueno, él vive aquí) que compartieron estos buenos momentos a lo largo del día.

jueves, 12 de agosto de 2010

De vuelta a Dumaguete




Esta noche ha vuelto a llover, pero por suerte, mucho menos que ayer. Además ha amanecido casi despejado y a lo largo del día ha salido el sol. Hemos hecho el último buceo de despedida de Siquijor en frente de nuestra casita.
La despedida de nuestra moto
Después de hacer las maletas hemos ido a Siquijor City a comer y averiguar los horarios del barco a Dumaguete. Tras comprobar que salía una hora y media antes de lo previsto, hemos devuelto la moto y rápidamente hemos ido en tricicle al barco.
La playa de Siquijor City
Ahora estamos en Dumaguete en el mismo hotel de la semana pasada (Harolds Mansion). Hace un sol esplendido y mucho calor. Mañana vamos a Apo Island uno de nuestros objetivos con una excursión del hotel (850 pesos + 150 pesos de la entrada). Ya os contaremos. Nos vamos de compras al centro.
Al final, de compras nada, así que nos vamos a cenar al paseo marítimo. Vamos a un restaurante muy agradable al aire libre que se llama 7 monkeys o algo así. Despues vamos de copas por diferentes sitios : el "Zanzibar" que esta bastante agradable aunque algo pijo y el "Garahe" que nos encanta muy popular con gente de aquí y con música en directo. acabamos con alguna copa de más pero es que con estos precios: En el "Garahe" 4 rones, dos margaritas, una cerveza San Mig ligth, un paquete de tabaco marlboro y todo 280 pesos ¡ no llega a 5 €!

miércoles, 11 de agosto de 2010

El día del diluvio

Esta madrugada ha diluviado y casi no nos ha dejado dormir. La cabaña es muy bonita pero de paja.Cometimos el error de dejar la guia en la terraza, que tiene más de dos metros de techo, y está para tirar a la basura. Por suerte a media mañana ha parado y por la tarde ha salido el sol. Hemos aprovechado el momento para visitar una playa maravillosa "Paliton beach" . Como salimos con la moto hemos dejado la cámara de fotos , así que hemos grabado un vídeo con el móvil. Mañana volvemos a Dumaguete en la isla de Negros.

martes, 10 de agosto de 2010

La vuelta completa a la isla



La playita de delante de nuestra cabaña
Acabamos de terminar la vuelta a Síquijor, estamos agotados. La moto se ha portado bien, pero yo no acabo de acostumbrarme a ella y Serge aún menos a ir en moto. Hemos visitado una playa bonita, una cascada cerca de Lazi y hemos tomado algo en San Juan.
La cascada de Lazi
El pueblo de Lazi tiene una iglesia y un convento enormes y en sus afueras una cascada de tres caídas en las que nos hemos bañado.
El convento de Lazi
La verdad es que muy agradable. Casí nos quedamos sin gasolina, pero aquí casi es imposible: de cada cuatro casas, una se dedica a la venta de gasolina a granel. Nos han vendido un litro de gasolina sin plomo (eso sí) en una botella de coca cola de un litro (de las de antes de cristal). Al final se nos ha echado la noche encima y acabamos de llegar a nuestra casita... que nos la han limpiado.
Tras la cena hemos conocido a dos parejas de franceses con los que hemos tenido una larga conversación muy agradable.

lunes, 9 de agosto de 2010

En moto por Siquijor

Hoy hemos alquilado una moto y hemos paseado por la isla. Serge gruñe un poco por que eso de las dos ruedas no va con él, pero seguro que le coge cariño a la moto. aquí todo es relajadito... poco tráfico, bonitas playas y niños que dicen "hello" cada dos por tres. Hoy hemos conocido a un español residente que nos ha invitado a acudir al sitio de reunión de los españoles de Larena cerquita del hotel. Hoy estamos cansados así que será mañana cuando iremos. Vamos a cenar pescadito fresco y a bebernos la botella de vino que compramos esta mañana.

domingo, 8 de agosto de 2010

De Dumaguete a la isla de Siquijor


Con un poquito de resaca hemos cogido el barco para Siquijor. En menos de una horita estamos en la estupenda playa de la capital ( ejem... el pueblito que es Siquijor town). Nos hemos ido en tricicle al noroeste de la isla a este paraíso de donde escribimos.
Nuestra cabaña
Estoy en la terraza de una cabaña enorme viendo como Serge bucea en un mar con fondos alucinantes. Lo sé por que yo buceé antes... Nunca pensé que las estrellas de mar azules fueran tan azules. je, je,je. Sigo después ya que voy a pedirme algo... dudo entre un coco o una cerveza.... luego os lo cuento.

De paseo por Valencia



Ayer estuvimos en Valencia sin salir de Filipinas (en casi todas las islas hay una). Esta Valencia cerca de Dumaguete es famosa por sus cascadas y entre ellas, la que visitamos "Casaroro".
La cascada de Casaroro
Serge casi se muere de un infarto en el empinado camino de bajada. al final, la cascada era muy chula y el paisaje aún más. A la vuelta tomamos unas cervezas con unos jovencitos del pueblo. Todo muy agradable excepto por que al final nos pidió dinero para cerveza (Poco elegante, ¿no?).
Con nuestros "amiguitos" valencianos
Durante el día de ayer batimos dos récords en cuanto al precio de la comida:
*En un chiringuito en Valencia (era lo único que encontramos): Dos coca colas, dos platos de fideos tipo tres delicias y un helado= 68 pesos.
*En un restaurante muy fino de Dumaguete: Cerdo strogonof, Solomillo tournedo, botella de vino español y un postre: 1800 pesos.
Como ven día de contrastes.
Por la noche salimos de copas y conocimos a un grupo de hispano-filos y españoles que tenían una fiesta privada en la mejor discoteca de Dumaguete ( eso es clase).
Muy agradables nos invitaban para hoy a otra fiesta... lastima que habíamos decidido irnos a Siquijor. (Para una vez que nos invitan a una fiesta pija...)

viernes, 6 de agosto de 2010

Fotos varias





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De Bohol a Dumaguete en la isla de Negros


Acabamos de llegar al hotel Harold's Mansión en Dumaguete. Está muy bien preparado para turistas como nosotros. El precio está genial 680 pesos (11€) la doble que es inmensa. Incluye el desayuno, servicio gratuito de cafe y te, Wi-Fi gratis tiene un bar agradable y a buen precio y organizan excursiones estupendas... ¿qué más se puede pedir? Nos vamos a apuntar a una excursión para la isla de Apo que es uno de los lugares más famosos para buceo. Cuesta 1000 pesos con todo incluido.
El paseo de Dumaguete
Está mañana Emili ha hablado con la dueña del hotel de Tagbilarán en español (se ve que la gente más mayor lo aprendía en la escuela). Hemos convencido a los del hotel para que nos manden la mochila desaparecida a Dumaguete. Habrá que ver si los de la lavandería la encuentran y la llevan allí.
El viaje ha sido agotador ya que el mar estaba muy agitado y además, el barco ha salido con una hora de retraso. La isla nos ha recibido con sol, que tal y como estaba el mar y el cielo en la travesía, no es poco. Descansamos un rato y salimos a dar una vuelta.

En la isla de Panglao

Hoy hemos visitado la isla de Panglao que está unida a Bohol por dos puentes. Es más grande de lo que parecía con lo que el trajecto en jeepney ha durado casi una hora. (Con los jeepneys ya se sabe, hasta que no tienen bastante público no salen).
El día está muy nublado y ventoso y el mar bastante agitado. Como ayer no paró de llover, además, esta muy embarrado y con poca visibilidad. Así hacer buceo es misión imposible. Serge, terco como una mula, lo intenta. Andamos hacía otra parte de la isla y nos recoge un alemán afincado en la isla. Nos desanima a seguir buscando lugares para practicar el buceo en un día así. Lo asumimos y nos tomamos unas cervecitas en un complejo muy pijo de esa zona. Volvemos a la playa más famosa de la isla Alona beach y allí comemos. Serge gruñe por lo escaso de las raciones, aún así, con dos copas de vino nos sale por 700 pesos. Nos bañamos en la playa que no está nada mal a pesar del mal día y tomamos un café bastante bueno mirando al mar. Volvemos en tricicle a Tagbilaran (150 pesos) y visitamos el pobre museo de la plaza.
La ropa de la lavandería aún no esta lista y nos aseguran que estará a las 5 y media. El tiempo pasa y la ropa no llega. Emili sale a pasear y habla un buen rato con un holandés afincado allí.
Nerviosos vamos varias veces a preguntar a la lavandería... y al final llega a las 6y cuarto. Nos vamos al día siguiente a las 7 de la mañana y ya nos temíamos lo peor. Al hacer la maleta Emili se da cuenta de que no le han traído la mochilita pequeña y la lavandería cerrada. Tras varias pesquisas infructuosas nos vamos a cenar a la placita donde solíamos tomar copas. "Camarones rebosados" y pollo ( la verdad es que la comida tiene mucho que ver con la española) es nuestra cena que Serge complementa con un halo-halo (típico helado enorme de Filipinas). Todo por 465 pesos con dos cervezas por barba. Salimos a tomar más cervezas al patio y a dormir...

miércoles, 4 de agosto de 2010

De paseo por Bohol



El ayuntamiento de Tagbilaran


El entrañable tarsier

De Cebu a Tagbilaran, en la isla de Bohol

Martes 3 de agosto

Desayunamos en el hotel y Emili se va a hacer fotos por la zona mientras Serge espera a que se cargue el ordenador.

Así quien no bebe

Cogemos un taxi hasta el puerto (40 pesos). Al llegar al llegar al puero pagamos una tasa de 20 pesos por entrar con tricicle (en Filipinas se pagan tasas por entrar a todas sitios, en nuestro caso, van desde los 200 pesos en el aeropuerto de Manila a tan solo 2 por entrar a una estación de guaguas). Nos hacen facturar las maletas (56 pesos) y nos desentendemos de ellas. Tomamos unos zumos y la amable camarera nos va a elegir asiento.

El barco no está mal y va muy rápido. Comemos regular en el trayecto por 290 pesos.

A la llegada cogemos un tricicle hasta el hotel (30 p) Nisa Travellers inn, que está en pleno centro (900 Pesos). La habitación no está mal, con aire acondicionado y con un espacio común agradable. El recepcionista nos informa que el precio incluye el desayuno. En un arrebato de locura, decidimos ir a ver unas cabañas en “la jungla” a 30 km de Tagbilaran cerca de Loboc. La odisea para llegar a Huts Nuts consiste en:

-tricicle hasta la estación de Dao (30 Pesos-4 kms)

-Un jeepney hasta el pueblo de Loboc (25 pesos por barba)

Una vez allí descubrimos que el único modo de transporte público es una motocicleta con chofer.

Nos vamos los tres hasta literalmente la jungla (50 Pesos). Serge se asusta un poco por el camico embarrado. Las cabañas están diseminadas por la selva con escalinatas interminables (más de 250 escalones). Todo muy bonito pero nos damos cuenta de que a parte de contemplar el magnifico paisaje, hay poco que hacer. Las cabañas son correctas (600-800 Pesos) pero colgadas en los árboles, lo que supone acceder a ellas por unas escaleras de bambú.

Además para llegar al bar, hay que subir cada vez los nosécuántos escalones. Huele a mosquitos por todas partes, y si le sumamos que hay que traer las mochilas cada vez,…Pues NO.

El pueblo de Loboc tiene una iglesia de piedra preciosa con campanario y batisterio, pero, eso sí, todo dejado de la mano de Dios.

Iglesía de Loboc

Volvemos a la carretera a pie entre bufalos, vacas gallos y demás bichos. Esperamos 40 min. a que pase una guagua y volvemos, ya de noche a Tagbilaran. Tenemos la suerte de que la guagua pare justamente al lado del bar en el que queríamos justamente cenar. El bar está bien decorado pero la comida no es nada especial (550 Pesos). Hace muchísimo calor y nos tomamos unas cervezas en una placita animada al lado de la iglesia. Descubrimos que la plaza, con la iglesia y el ayuntamiento no está nada mal (estilo colonial español). Muertos de calor, decidimos volver al hotel a dormir.

lunes, 2 de agosto de 2010

Cebú


Nos levantamos super tarde y resacosos, especialmente Serge. Desayuna-comemos en la terraza del hotel y nos volvemos a acostar hasta las 3 (¡qué golfos somos!). Ha estado lloviendo toda la mañana pero ya ha salido el sol. Bajando a la calle Serge se marea y vuelve a la habitación a vomitar el desayuno y más cositas…¡quién tiene una buena noche no puede tener un buen día!

Cogemos un jeepney al mercado de Carbón (7 pesos…12 cent. de euros). Tomamos coca cola para la resaca y visitamos la cruz de Magallanes, una cruz que contiene astillas de la que plantó allí Magallanes. Después visitamos la basílica del Santo Niño. Todo está en un complejo religioso muy cuidado lleno de turistas japoneses, coreanos, mujeres vendiendo cirios. Comprobamos lo devotos que son los Filipinos. Vemos también la Catedral, que aunque más moderna tampoco está mal.


Mira que son beatos: mujeres vendiendo velitas y "falla" de la catedral

Paseamos hasta el fuerte San Pedro (30 pesos…50 cent. de euros) que es una fortificación pequeñita llena de plantas y bonsáis, y muy agradable de visitar.

En el fuerte San Pedro

Cogemos un taxi (40 pesos) para ver la casa museo Gorordo, que está cerrada por ser lunes. La visitamos por fuera y aprovechamos para visitar el barrio, en el que aún quedan algunas casas de madera de la época colonial. Después vemos una especie de falla que es un monumento alegórico a la historia de la ciudad. Cogemos otro taxi para subir a la zona del hotel, al “mal” de la juerga de la noche anterior que está totalmente desierto. En el hotel nos tomamos unas bebidas y repasamos el correo, antes de salir a cenar al restaurante Beehive, que hemos localizado en internet. La comida es filipina-española y bastante buena: cenamos Kaldereta y Adobo, unos postres muy ricos por 14 euros (800 pesos). Nos tomamos una copa en el pub de anoche, y antes de engancharnos nos volvemos al hotel a escribir esto.

domingo, 1 de agosto de 2010

De Puerto Princesa a Cebú


Domingo 1 de Agosto

Durante el desayuno, hablamos con unos belgas sobre viajes. Emili recupera su pareo de Brasil tras comentarlo con la chica de la limpieza. Pagamos los 50 tradicionales pesos al tricicle para ir al aeropuerto, y en la espera para el embarque, Emili se hace un masaje con un masajista ciego (¡¡¡mmmmhhhh!!!)

Con estos precios quien no se hace un masaje

El vuelo se nos hace super corto con bonitas vistas sobre las islas en un precioso día soleado. Vamos en taxi a buscar hotel (260 pesos) y nos quedamos al final en el Fuente Pensión. La habitación, aunque poco original, está inmaculada y tiene buen baño y aire acondicionado (la verdad es que los Filipinos son siempre limpísimos, tanto vistiendo como limpiando los hoteles). Además hay un restaurante en la terraza con plantitas y wi-fi. Comemos allí crispy pata, que a Serge no le acaba de convencer (400 pesos).

Por la tarde nos vamos al centro comercial Robinson donde compramos los billetes para Bohol (Supercat, la compañía más rápida y más cara:550 pesos por barba), un corta uñas (58 pesos) y donde tomamos zumos naturales (Emili zumo de buko, o sea coco natural, 30 pesos). Volvemos a cenar al restaurante del hotel, comida japonesa, buena y bonita, un vino tinto español bastante regular. Al final todo sale por 700 pesos (400 pesos el vino). Salimos de copas, más copas y más copas. Creemos recordar que el primer pub se llama “número 12”…

De El Nido a Puerto Princesa o de cómo acabamos en un puticlub

Día de los colores:

Nos levantamos milagrosamente a las 6 (el despertador no funcionó) en la negra oscuridad (como todos los días no hay corriente eléctrica). Hacemos las maletas con linternas. Cogemos un tricicle hasta la estación donde nos espera nuestro van, bastante más cómodo que el de la ida.


Niños de un poblado en Taytay

Verde: el camino a través de la jungla de Palawan. Nos despedimos de Boo y del americano Marco

Con Marco de Nebraska y la simpática coreana Bo

Azul: la comida en el Badjao Seafront Restaurant, en un manglar con orquídeas frente al mar azul, azul… Excelente lapu lapu con vino y postre (1000 pesos).

Amargarillo: Así se queda Serge al saber que va a tener que dar lengua española en su destino final: Tinajo…ejem…

Blanco: Como el arroz que tomamos en la deliciosa cena en el Kinobuch, blanco como el vino que bebemos (900 pesos)

De rosa a rojo: como nuestra cara después de entrar en un “Karaoke” oscuro donde nos esperaba la “encantadora” dueña. Nos pide que la invitemos a una cerveza y enseguida se suma una amiga/colega…Por donde nos ponían las manos diríamos que no eran monjitas de la caridad. Tras sobarnos por casi todas partes, entendemos su profesión enseguida: 50 pesos por cerveza, 150 las suyas incluyendo los “servicios”.

Marrón: como el ron que se toma Serge tras nuestra aventura en el “Karaoke”…y del mismo color el siguiente.

jueves, 29 de julio de 2010

UN PARAISO LLAMADO EL NIDO



"En estos cinco días hemos encontrado la prueba irrefutable de que Dios no existe... o al menos ese dios justo y bondadoso del que hablan los cristianos... ningún dios así podría concentrar tanta belleza en un solo sitio... decenas de islas con cientos de playas idílicas, paraísos a los que se accede por un hueco de no más de un metro, sitios de buceo exuberantes y todo prácticamente virgen"



Lunes 26 de Julio

Nos

levantamos al alba para desayunar super rápido y coger la van hacia el nido. La van no llega y tras quejarnos

a la recepcionista aparece otra van llenísima (creemos que distinta a la prevista) bastante incómoda(se aconseja reservar con antelación

si quieren un sitio cómodo en la van) . Nos toca sentarnos separados. Al lado de Emili está el Americano Marco de Nebraska y la extrovertida Bo de Seúl.

El viaje es pesadísimo a pesar de los maravillosos paisajes…más de 6 horas por unas carreteras que a veces son pistas llenas

de baches.

La llegada al Nido es gloriosa…Se empiezan a adivinar las islas Bacuit. Serge se queda en la estación con las mochilas

mientras Emili consigue reservar una habitación con vistas al mar en el Rosanna’s Cottages, que recomendaba la guía, pero sólo para dos noches. La habitación está en la 2nda planta y tiene un balcón enorme en primera línea de playa. No tiene aire acondicionado pero es muy agradable, nos cobran 1000 pesos por noche.

Comemos en lo que va a acabar siendo uno de nuestros lugares más habituales: el Ric’s Son. El bar tiene una decoración tropical, todo de madera, y por la noche ponen antorchas en la playa y mesas con manteles y velas. La comida es buenísima y las actuaciones en directo agradables. Reservamos el Tour A para el día siguiente en nuestro hotel (casi por todas partes ofrecen los mismos tours casi por los mismos precios). Dormimos un rato y nos bañamos en la playa. Buceando, descubrimos los espléndidos fondos…corales y peces que hay en la misma playa. Pasemos por El Nido que es un pueblito de 3 calles con la mayoría de locales en la misma playa, y ninguno de más de dos plantas. Predomina la decoración tropical, los balcones de bambú, los suelos de madera.

Cenamos en el bar más alejado de la playa, cuya comida resulta un poco mediocre y el ambiente un poco soso. Volvemos al meollo en el “Slug Bar” donde tomamos unas copas en la playa con música en directo como en el vecino “Ric’s Son”. Serge está agotado y se va adormir. Emili se toma un par de cervezas en la peculiar disco de El Nido. Está llena de chicas que buscan líos con los turistas.

Martes 27 de julio “Tour A” (600 pesos por barba- 10€)

Nos levantamos ilusionados con la excursión y desayunamos estupendamente en un bar en frente del hotel. La excursión la componemos nosotros dos, un

inglés y los dos tripulantes del barco.

Primero nos llevan a una isla cuyas vistas llegando son impactantes, pero nada que ver con las maravillas que nos esperan. El agua es transparente y deja ver unos fondos que quitan el hipo. Nos llevan por una especie de desfiladero de aguas turquesas con los laterales llenos de plantas. Vamos nadando hasta el “Lago pequeño”; todo es fascinante.

Hay cuevas a las que se accede sólo nadando indescriptibles. ¡Qué pena no tener una cámara subacuática! ¡Un paraíso!

Nuestra segunda etapa nos lleva a una especie de fiordo llamado “Lago grande”, también genial.



Luego nos llevan a comer a otra isla y nos proponen buceo mientras nos preparan la comida. Los fondos son de los que quitan el habla. Buceamos un montón de tiempo

hasta quemarnos la espalda por completo. Vemos todo tipo de peces de todos los colores del arcoíris. Los corales son inmensos y como no cubre ni tres metros de

profundidad, no hace falta ni meter la cabeza para apreciarlos. Comemos atún, ensalada y pos

tre. Es increíble que además de una visita inolvidable nos den de comer y todo por 600 pesos (10€).



La siguiente parada es en una playa preciosa con rocas muy abruptas. El guía nos

muestra un hueco en las rocas por donde hay que pasar. Serge se asusta y se queda en la playa. Tras el hueco se esconde un lago (“Lago secreto”) rodeado de paredes de piedra llenas de plantas. Arranca a llover muy fuerte pero da igual; el mar está muy

calentito y la belleza del lugar hace que nada importe. Al volver a la playa reaparece el sol. Allí descansamos un rato.

Nuestra última parada es en el Seven Comander, otra preciosa playa con bonitos fondos y que, para redondear la situación, tiene un chiringuito en el que tomamos cocos naturales y cervezas. El dueño, un manitas con el machete, nos esculpe una cuchara con la corteza del coco. Todo esto en medio de una interesante conversación entre unos filipinos, el americanos y la coreana que hacían las misma excursión con otra compañía, y nototros con el inglés (Oliver, como el guía).

Extasiados de tanto esplendor, y agotados por el buceo, volvemos al Nido con un sol radiante.

Buscamos donde alojarnos y cuando ya parece que hemos encontrado, nos comunican que no puede ser al llevar la ropa a lavar (el sitio hace también de lavcandería). Tras visitar varios sitio que no nos gustan mucho, encontramos una cabaña con aire acondicionado en el jardín de una casa frente al Ric’s Son. Es pequeña pero tiene buen baño y un balcón con sillas y mesa (900 pesos). La reservamos para el día siguiente.

Cenamos en el Ric’s Son, contratamos allí el Tour C. Vamos a la “disco” que aún está peor que al día anterior. Nos acechan las lobas. Llueve y nos vamos al hotel donde compramos los billetes de avión para Cebú (2100 pesos por barba) y Dumaguete-Manila (1300 pesos por barba). Llueve y nos vamos a dormir.














PALAWAN: BAHIA HONDA



Domingo 25 de Julio.

Desayunamos aún más pronto que el día anterior. La guía de la excursión parece una sargento, pero buena gente. Nos recoge puntual, y de camino a por los otros acompañantes, nos damos cuenta de que nos dejamos la cámara en el hotel. El chofer nos lleva de vuelta a recogerla.

La excursión, la componemos una Inglesa muy simpática, una pareja de dos chicos escoceses (uno se llama Andrew y el otro tiene rasgos orientales) y un grupito de Belgas Filipinos. Llegamos al embarcadero con la furgoneta donde esperamos al barco.

Nuestros compañeros de paseo

Durante la excursión visitamos 3 islas, todas con buenos fondos de buceo que nos muestra pacientemente Lito, uno de los tripulantes. Incluso acompaña a Emili para dar la vuelta a la última isla, que está rodeada de playas.

Así pasamos un día estupendo con buena comida preparada por la guía, carne, pescado, ensalada, berenjenas fritas y fruta tropical, todo por 1500 pesos. El día empezó nublado e incluso llegó a llover bastante, pero al final salió el sol en la última isla.

Pandan Island

Volvemos a Pto Princesa, descansamos, encargamos la van para El nido, cenamos en el Kinabuch y nos acostamos pronto para levantarnos al día siguiente a las 6 y media.,

EL RIO SUBTERRANEO


Nos levantamos a las 7 para estar a punto para la excursión y aún así nos pilla desayunando el simpático guía (no entendemos esta necesidad de hacernos madrugar para las excursiones). Nos vamos con la furgoneta a recoger al resto de compañeros de excursión. Las dos hora de excursión están amenizadas por el locuaz Harry y una paradita para descansar antes de llegar a Sabang. Serge se dejo la documentación necesaria para entrar al parque nacional. Al final, todo queda en un susto, y cogemos un barquito durante media hora que nos lleva a una preciosa playa. Andamos 500 m. por una jungla repleta de mosquitos hasta llegar al embarcadero definitivo, frente a la entrada del rio subterráneo. El paraje es de una gran belleza. Vamos con un grupito muy simpatico con un “capitán” más simpático aún (el rio es una corriente de agua que se mete en la montaña varios kilómetros, de los que se visitan kilómetro y medio).


El rio está en una cueva enorme llena de murciélagos y es una maravilla natural.

De vuelta a la playa vemos un lagarto gigante (de más de un metro de largo y por lo menos 40 kg. de peso) típico de la zona. Tras otro paseo en barco, llegamos a Sabang, donde nos tienen preparada una variada comida-buffet que incluye un coco natural para beber (es genial que te lleven de excursión, te den de comer por 1100 pesos y que esto incluya las entradas). De repente arranca a llover a cántaros mientras nos bañamos en la playa. Nos refugiamos bajo un toldo y cuando se calma la lluvia volvemos agotados hacia Puerto Princesa. Hacemos una siesta, recogemos la ropa en la lavandería, y de paso reservamos mesa en ka Lui. Nos vamos a merendar (en Filipinas también se dice “merienda”) al Café Itoy’s con el ordenador. Volvemos al hotel a asearnos y vestirnos para cenar. Ka Lui está muy cerquita de Casa Linda. Es bastante elegante y tienen un menú para 2 personas a muy buen precio. En la mesa de al lado vemos a los primeros españoles de Filipinas. Nos hablan maravilla del Nido y nos convencen para ir directamente allí. La cena es muy variada e incluye algas, pescado, mariscos y postre por unos 600 pesos (5€ por barba). Para cambiar, nos vamos a otro bar con música en directo que Serge nos soporta. Tras unas cuantas copas nos vamos a dormir.

PALAWAN: PUERTO PRINCESA


Desayunamos estupendamente en la cabaña del patio tropical del hotel (en general los hoteles de categoría media no incluyen el desayuno pero suelen ofertar menús-contiental, americano…- por un modico precio). Conseguimos habitación en el Casa Linda que está genial y cuesta 900 pesos por las mismas prestancias que el otro…además la habitación es muchísima más bonita (el Hotel Casa Linda tiene todas las habitaciones muy bien decoradas que dan al patio central, lleno de plantas tropicales. Además tiene unos agradables espacios comunes de madera, en la que la gente suele andar descalza). Emili da una vuelta y visita turismo, donde le informan cómo funcionan los tours de la zona. También localiza una lavandería donde llevamos la ropa (unos 30 pesos el kilo). Al final, por menos de 3 euros, tenemos toda la ropa limpia además de varias prendas planchadas. Contratamos el tour del rio subterráneo(1100 pesos) y la excursión a la Bahia Honda (1500 pesos).
Las dos excursiones incluyen la comida y las entradas y permisos.

Nos vamos en tricicle a la White beach (50 pesos, 90 céntimos de euros)…todos los tricicles de la puerta del hotel cobran 50 pesos por distancias cortas mientras que cincuenta metros más allá, no cobran más de 20 pesos por trayecto. La playa nos decepciona un poco, porque aunque el agua está transparente y las vistas son bonitas, es minúscula, sin apenas arena (marea alta) y encima…de pago (ver foto).


Tras unos bañitos, volvemos al Puerto y vamos a comer cerca de la catedral, al restaurante Neva’s place. Emili come una buena pizza y Serge pasta a buen precio en un patio tropical(=mosquitos….si van a Palawan, no olviden llevar 10 litros de repelente). Hace un día soleado pero con muchísimo calor. Visitamos como zombies la “Catedral”, una iglesia neo-gótica bastante normalita (ver foto). A pesar del calor decidimos ir caminando al museo que está relativamente cerca, y casi derretidos nos refugiamos en un café japonés de la plaza. Recuperados gracias al aire acondicionado del bar visitamos el caótico museo en el que se encuentra un poco de todo. Volvemos al hotel a descansar. Averiguamos la contraseña wifi del hotel (casalindainn) y pasamos un rato con el ordenador. Salimos al Kinabuch a tomar algo y acabamos cenando allí. La cena nos encanta. Serge prueba el Lapu Lapu (pescado delicioso) y Emili Mixed seafood with oyster sauce, una especie de plato oriental con mariscos…¡¡¡buenísimo!!! Para alegrar la cena, pedimos un vino blanco de California (600 pesos, 10€, que a pesar de parecer razonable en Europa, es un artículo de lujo en Filipinas). Completamos la velada con un par de gin tonics y el total nos sale por 1400 pesos, nuestra comida hasta ahora más cara en Filipinas, pero que resulta irrisorio en Europa (no llega a 12 euros por barba). Nos acostamos pronto porque la excursión empieza a la 7 y media de la madrugada.